Razones para ignifugar una vivienda
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Los incendios domésticos son uno de los accidentes más comunes en el hogar o en el puesto de trabajo. Existen algunas técnicas y consejos que pueden ayudar a evitarlos o disminuir su gravedad en caso de producirse, el mortero ignífugo proyectado es uno de los múltiples ejemplos.
¿Qué significa ignifugar una vivienda?
Cada día es más popular que las empresas y las viviendas integren sistemas ignífugos en sus instalaciones, la finalidad de este aislamiento ignífugo es disminuir la inflamabilidad del espacio en caso de un posible incendio. Los aislamientos ignífugos consiguen frenar la velocidad de propagación de las llamas disminuyendo considerablemente los destrozos.
Algunos de los materiales más ignífugos son las espumas aislantes, las placas de fibro silicato y cartón yeso, y las placas de lana roca.
¿Cuándo debo ignifugar una vivienda?
Los incendios más comunes en una vivienda se producen por un sobrecalentamiento de aparatos electrónicos, unos fusibles fundidos, un cigarrillo mal apagado, líquidos inflamables que inician una llama, velas sin apagar o incendios en la cocina. Las razones para ignifugar una vivienda son muy diversas:
Ausencia de extintores o detectores de humo
Esta es la razón principal puesto que no tendrás una opción B si se desata un incendio, tampoco vas a tener un sistema de alerta que te avise antes de que se propague. Un buen aislante ignífugo tendrá un tiempo extra hasta la llegada de los bomberos y evitará que se propague el incendio a toda la vivienda. Para evitar estos problemas, se puede recurrir a una empresa profesional en el sector del aislamiento con mortero ignífugo proyectado.
Trabajos con líquidos inflamables que requieran ignifugaciones
Si trabajas con líquidos inflamables o tóxicos es muy recomendable ignifugar la vivienda para evitar un accidente desafortunado por una mala manipulación del material o un mal almacenamiento. Debes tener en cuenta que incluso exponer ese material a una temperatura elevada puede hacer que se inicie el fuego.
Las velas son una de las causas de incendio más comunes, se puede iniciar el fuego por un simple contacto con un papel o una cortina que haya podido ser movida por el viento. Esto también se puede aplicar a viviendas con estufas y radiadores.
Un aislamiento ignífugo no evitará que se desate un incendio, pero sí que evitará que se propague al resto de estancias mientras llega la ayuda de los bomberos.
Evitar sobrecalentamientos de enchufes
El teletrabajo es una realidad, pero implica una serie de riesgos como el calentamiento de las tomas de corriente, de ordenadores o de iluminación, a esto hay que sumarle la calefacción o el aire acondicionado para garantizar un buen clima de trabajo.
Todo esto puede sobrecalentar los fusibles haciendo que se fundan, de forma que se inicia un incendio que es difícil de percibir hasta que no se ha extendido.
La cocina está llena de productos inflamables, aunque el mayor riesgo proviene de los fuegos de la vitrocerámica, el peligro aún se multiplica más si tienes una cocina de gas. Si utilizas la cocina a menudo, es muy recomendable ignifugar la vivienda o al menos esa estancia.